No es nada nuevo, esto ya se dijo y Matt Bellamy se encargó de aclararlo. «No me gusta mucho», sentenció el frontman de Muse, en referencia a su comparación con Radiohead. Se excusó en el hecho de que su voz y la de Thom Yorke son similares debido a la influencia en ambos de Jeff Buckley. Pese a la desmentida, las similitudes con la banda originaria de Abingdon no se disiparon. Los tres primeros discos del grupo de Teignmouth (Showbiz, Origin of Symmetry y Absolution) no se alejan demasiado a los comienzos de «Cabeza de Radio», principalmente en The Bends y OK Computer. Cabe destacar que, obviamente, las ‘Musas’ tienen su toque que los diferencia, como la experimentación con un órgano de iglesia y la influencia en el piano de los rusos Chaikovski y Rajmáninov en el segundo trabajo.
La evolución musical del trío llegaría en 2009 de la mano de The Resistance, dejando atrás el pasado más «pesado» (valga la redundancia), para pasar a un lado mas «orquestal», como lo definió Bellamy. La transición total se terminó de definir el primero de octubre cuando The 2nd Law salió a la venta, pero ya habíamos tenido un anticipo con «Survival», canción oficial de los Juegos Olímpicos de Londres, y el primer single «Madness». Definitivamente, Muse llegó al Radiohead electrónico y de sintetizadores, de Kid A y Hail to the Thief.
El mas reciente trabajo de las ‘Musas’ tiene diversas influencias de artistas y similitudes con el antecesor The Resistance. «Supremacy», la primera canción del disco, más específicamente la parte final de la misma, se asemeja mucho al último riff de «Paranoid Android», obra maestra de Yorke. El ya mencionado «Madness», elogiado por Chris Martin como la mejor canción de Bellamy y compañía, con una guitarra muy al estilo Brian May, te lleva rápido y sin escalas a «I Want to Break Free» de Queen. Los tintes de la banda de Freddy Mercury, en especial en los coros, también se extienden a «Big Freeze», compuesto por el bajista Chris Wolstenholme. Pero este tema tiene más, mucho más. Los riffs se acercan a los del violero de U2, The Edge, en el disco The Joshua Tree; y la melodia del epílogo (Hear me/What words just can’t convey/Feel me/Don’t let the sun in your heart decay) roza con delicadeza la ídem de «Butterflies and Hurricanes» (Best/You’ve got to be the best/You’ve got to change the world/And you use this chance to be heard/Your time is now). También hay espacio para la diversión y el jolgorio con «Panic Station», en la que tocó el trompetista de «Superstition», de Stevie Wonder, rememorando el Duran Duran bailable de Seven and The Ragged Tiger. Sin olvidarse de The Resistance, Muse, con «Explorers», hizo recordar a «Guiding Light» de aquel trabajo. Tanto el dubstep como la elecrónica forman parte del cambio radical de la banda fundada en 1994, y se hacen presentes en «Follow Me» y «Unsustainable».
Si con todas estas influencias no bastó, Matt Bellamy sigue agregando y no tuvo ningún pudor en compararse. En este caso, no para The 2nd Law, sino para sus futuras presentaciones. «Estoy seguro que va a ser nuestra mejor gira. Será nuestra versión de The Wall de Pink Floyd. Construimos una pirámide que está llena de pantallas de videos. Durante el show va bajando y consume a los integrantes de la banda. Al final terminamos devorados por la pirámide, es todo un símbolo. Nos aplasta pero podemos escapar», aseguró el guitarrista en una entrevista a CBS.
Los esperamos en Argentina, chicos.